Otra economía es posible
A lo largo de esta pandemia hemos aprendido muchas cosas, entre ellas que podemos comer sano sin alejarnos de nuestro barrio.
Desde hace años en San Telmo existen distintas experiencias de economía social y solidaria, una de ella se sostiene incluso en tiempos de aislamiento social. Quincenalmente se realizan las entregas de los pedidos que se hacen por la página de AlmaCoop, de productos de pequeños productores y cooperativas, en nuestro barrio se están llevando adelante en Centro Cultural Martín Fierro (Perú 1261, CABA). La estrella de los productos es el bolsón de verduras agroecológicas de Berno Castillo.
La agricultura agroecológica es un sistema de producción agrario que nos proporciona alimentos sin residuos de agroquímicos, que respeta los ciclos de la naturaleza y los conserva frescos, sabrosos y nutritivos (https://inta.gob.ar.).
Nuestro vecino Horacio Boraso, afirma que la necesidad de redes alternativas para la distribución y la obtención de un precio justo para productores y consumidores es uno de los principales retos para los productores en transición agroecológica. Además Horacio nos comparte la entrevista que le hizo a Berno, el productor del cordón hortícola que abastece la producción de frutas y verduras de la Ciudad de Bs. As., La Plata y el conurbano.
Horacio Boraso: Al comenzar el curso de Agroecología del INTA pensé en hacerte una nota ya que había oído hablar de vos a través de AlmaCoop, donde compro tus bolsones desde hace 2 años. Luego te vi en los videos del curso y por eso, en esta entrevista, quisiera profundizar tu experiencia en la comercialización de tu producción.
Berno Castillo: Entro en una organización que es la UTT, Unión de Trabajadores de la Tierra, haciendo parcelas agroecológicas y después creamos una cadena de comercialización, directo del productor al consumidor, haciendo los bolsones, haciendo ferias, sacando del medio al sistema de camioneros y mercados que hacen de intermediarios. Trabajamos en eso durante dos años y logramos obtener un plan de comercialización con precio justo, tanto para el compañero que produce como para el consumidor. Así logramos que sea el productor el que diga cuánto vale su producción, cuánto vale su trabajo y no que venga un intermediario y diga te pago tal precio, que en muchos casos es el que me cuesta producir a mí. Es por esto que hemos empezado a trabajar con el bolsón de verdura a través de esta organización, la UTT, no de forma individual, sino a través de una organización y que sea el productor el que pone el precio. Comenzamos a trabajar en este sistema y, gracias a Dios, hoy la llegada es grandísima.
¿Y trabajan en la comercialización junto a otras organizaciones?
Sí, (…) hay muy poco individualismo, así que se arman grupos en las ciudades y en los barrios y hay otros compañeros o no compañeros que vienen a comprarnos (…). Así logramos comercializar a través de este sistema. Los productores nos juntamos dos veces por año para evaluar la situación en la que estamos, la situación del país y si hubo aumento de precios, si nos aumentaron las semillas, el gasoil, los servicios y vemos si subimos los precios. No especulamos con el consumidor aumentando día a día, sino que los precios los mantenemos durante seis meses.
¿Ves alguna manera en que se pueda mejorar ese tipo de comercialización o ya están conformes con la forma en que están trabajando?
Si, posibilidades de mejorar hay. A nosotros los productores se nos dificulta acceder a una cuenta bancaria, por el tema del monotributo social, el manejo de dinero se nos complica un poco. Después está el tema del apoyo del Estado. Nosotros somos veinte quinteros agroecológicos que trabajamos juntos por lo que necesitaríamos que el Estado nos dé el respaldo, la garantía; nosotros no utilizamos químicos, necesitaríamos que el Estado autorice los galpones donde stockeamos. Gracias a Dios con este nuevo Gobierno ya estamos logrando eso.
¿Querés agregar algo más? ¿Cómo estás transitando este tiempo de aislamiento social preventivo?
No paramos ni un día, trabajamos en familia. Así que tranquilos, el campo es divertido, no estamos encerrados, es una vida entretenida, al aire libre. Mi papá y mi abuela me decían que la vida en el campo es mejor que en la ciudad y hoy me doy cuenta cuánta razón tenían. Además como producimos sin agroquímicos es también una vida sana.
Si querés sumarte a esta red de la Economía Social y Solidaria, para consumir alimentos más sanos y a un precio justo, fortaleciendo y defendiendo el trabajo nacional y las relaciones humanas, nos pueden encontrar en redes como AlmaCoop y en www.almacoop.com.ar.
Florencia Pitameglio