Pablo Banchero

“Quiero hacer una marcha que sea para San Telmo”

“Hoy el cielo de San Telmo

llueve lágrimas heladas

en mi rostro sin mirada…

Un espejo de adoquines,

una luz amarillenta,

Tu silueta que se aleja…

paladar amargo y seco,

niebla azul sin madrugada,

alma helada sin regreso

danza loca de fantasmas,

callejones que me atrapa

condenándome a vagar”

 

La poesía mezclada con acordes tangueros se cuela por el patio arbolado de Cochabamba 286, donde vive Pablo Banchero (48). “Vivo en San Telmo desde los 17 años. Elegí este barrio, me atrajo su estilo antiguo -propio del Casco Histórico de la ciudad- y, sobre todo, la proximidad al río”, cuenta Pablo.

El Sol: ¿Practicás algún deporte acuático?

P.B.; Sí, fundé una escuela de kayak en la Isla Martín García, una parte de mi vida está allí.

El Sol: ¿Cómo comenzaste tu carrera musical?

“Recuerdo que tomaba clases en el Conservatorio de Música Galvani, en Caballito. Hacía un repertorio de mi profesora, Tina Bertini, de arias antiguas italianas. De pronto escuché un tango que venía de una sala contigua y me impresionó mucho. Entonces me pregunté ¿Qué hago cantando operas del 1500 si esta es la música popular de Buenos Aires que habla en mi propio idioma? Ese fue el comienzo de un largo camino en el tango”.

Banchero -pariente lejano del dueño de las famosas pizzerías- comenzó a transitar los lugares íconos de San Telmo, como el Parakultural (junto a Omar Viola); Cochabamba 444, entre otros. Un día fue al “bar del Chino” (en Pompeya), donde hizo una especie de audición, que no salió muy bien. “Me quería ir, entonces el Chino me dijo ¨hasta que no termines el tango, no te vas¨. De allí en más, comencé a cantar cada quince días en ese lugar mítico. Fue una gran escuela para mí, como cantante”, dice el músico quien en 1995 ganó el concurso Hugo del Carril, como “Mejor cantor masculino” de la ciudad de Buenos Aires.

El Sol: ¿Cómo se dio tu proyección internacional?

“Empecé a tocar con una orquesta alemana de tango y, desde el 96 al 98 -coincidentemente con el resurgimiento del género a nivel mundial- recorrimos toda Europa. Mucho se lo debemos al espectáculo “Tango Argentino” que, para darte una idea, fue por diez días a Broadway y se quedó diez años debido al éxito que tuvo”.

El Sol: Si tuvieras que elegir un referente, ¿quién sería?

“Sin duda mi gran maestro fue Virgilio Expósito, autor de “Naranjo en flor”, que me dio clases particulares durante años. También Sebastián Piana y Juan de Dios Filiberto, entre otros”.

El Sol: ¿Qué opinás de otro representante tanguero de San Telmo, como es Guillermo Fernández?

“Guillermo es el nexo entre los grandes del tango (tiene camarines compartidos con el Polaco Goyeneche, entre tantos otros) y nosotros, los más jóvenes. No quiero dejar de mencionar a Walter Ríos, el arreglador del trabajo realizado en ¨Xena Tango¨, un ¨capo¨”.

Entonces Pablo hace una pausa, como si todo lo antedicho fuera solo el prólogo de un libro. “Gracias a los tangueros en 2012, fui al pueblo de mis bisabuelos, Pareto Valbrevenna, a 30 kilómetros de Génova. Ahí entendí todo”, dice, visiblemente emocionado. “Allí respiré el mismo aire que respiraron mis bisabuelos, recorrí los caminos que ellos pisaron, fue muy fuerte”, afirma. Entonces, compuso el tango “Génova” que canta junto con Roberta Alloisio y que, literalmente, le abrió las puertas del mundo, donde se ve reflejado la famosa frase: “Pinta tu aldea y serás universal”.

Con la cantante genovesa, Alloisio, grabó su tercer CD, “Xena Tango”, en el cual interpreta dos de los diez temas que compuso especialmente para esta producción, que habla de la nostalgia de los habitantes de esa región de Italia.

Músico, compositor y percusionista clásico, también hizo giras por Japón, junto con la cancionista y compositora Graciela Susana (otra santelmeña), quien “grabó 60 discos en ese país, 20 de los cuales son Disco de Oro allá”, según nos cuenta.

El Sol: ¿Cómo es que ahora querés hacer el “Himno a San Telmo”?

“Sí, luego de ser declarado Embajador magnífico de la República Genovesa de La Boca (se ríe, por lo rimbombante del título), quiero hacer una marcha que sea para San Telmo. Ya tengo la música, solo me falta la letra”.

El músico fue uno de los fundadores, junto con el Indio Benavente, del Festival de Tango de San Telmo que ya va por su tercera edición. Y asegura que “lo mejor está por venir”.

Diana Rodríguez/Foto: Damián Sergio

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