Padre Pedro, un ejemplo para replicar.
“El Santo Argentino de Madagascar”. Fue candidato al Nobel de la Paz.
El padre PEDRO OPEKA, nació en 1948 en nuestro país y llegó a África a los 22 años, después de su ordenación. Allí quedó impactado por la cantidad de gente que vivía de la basura. Y decidió hacer algo: terminó armando una verdadera ciudad, con 17 barrios, 5 guarderías y 4 escuelas. Así, rescató a 500.000 personas de la pobreza extrema.
En cuanto a la verdadera solidaridad, el sacerdote ha opinado que:
“La concepción de ayuda que tiene mucha gente es errónea, porque muchos quieren ayudar para sentirse feliz. Quieren sentir la alegría de dar, quieren sentir la alegría de que alguien le está agradeciendo. Quieren sentir la satisfacción de sentirse alguien. Que dando soy alguien. Entonces el otro depende de mí. Hay mucha gente que está contenta de que los otros dependan de ellos y quieren mantener esa gente dependiendo de ellos. Esa no es la verdadera ayuda, ni la ayuda evangélica cuando Cristo dice que tu mano derecha no sepa lo que dio tu mano izquierda. Y cuando das lo das porque lo tuviste que dar. Luchar contra la pobreza es también compartir”.
Gracias por el comentario. Saludos