“Parque Lezama”. Una obra que habla de nosotros
El talentoso Juan José Campanella no para de producir éxitos. En cine, co-escribió “El hijo de la novia”, “Luna de Avellaneda”, “El secreto de sus ojos” (por la que recibió un Oscar) y “Metegol” (actualmente en cartel). También ganó los premios Goya, Emmy, Tato y Martin Fierro, aunque asegura que su bien más preciado es su familia, compuesta por Cecilia, Lupe y Federico
“Parque Lezama” es su primera dirección teatral y uno de los sueños de su vida. Campanella quedó fascinado cuando vio la obra “I´m not Rappaport” en 1984, en Nueva York (la fue a ver tres veces en dos meses, con elencos distintos). Desde entonces, se propuso adaptar la pieza escrita por Herb Gardner para presentarla en Buenos Aires. Así fue como, luego de adquirir los derechos, cambió el Central Park por el porteño Parque Lezama, con sus vericuetos y, sobre todo, con sus entrañables personajes. Se enamoró de esta historia -al mismo tiempo- “tan universal y argentina”.
Claro que gran parte del éxito de la obra -que se presenta en el teatro Liceo-, se debe a las actuaciones de sus protagonistas. La trama gira en torno del vínculo entre un militante del Partido Comunista (Luis Brandoni) y un portero de un edificio (Eduardo Blanco), que cultiva la indiferencia en general y política, en particular. Con la mística de ese simbólico espacio santelmeño -el Parque Lezama- como telón de fondo (gran trabajo de Cecilia Monti, diseñadora de la escenografía y el vestuario), los dos hombres, de alrededor de 81 años, se encuentran regularmente allí y van mostrando sus costados tan patéticos como emotivos. Todo contado con mucho humor: nos reímos de aquello en lo que nos reconocemos.
El ex Diputado Nacional por la Unión Cívica Radical (entre 1997 y 2001) realiza un trabajo extraordinario al igual que Blanco, construyendo ambos un verdadero duelo actoral. Ambos componen sus roles con una gran entrega y hacen de sus personajes seres absolutamente queribles. El resto del elenco -Marcela Guerty, Iván Espeche, Gabriel Gallicchio, Federico Llambi y Carla Quevedo- acompaña, sin desentonar.
En los rubros técnicos se destaca Félix Monti, un lujo en el diseño de luces. Fundador de la Asociación Argentina de Autores de Fotografía Cinematográfica (ADF), Monti hizo la iluminación de emblemáticas películas locales, como “Sur” (Pino Solanas), “La historia oficial” (Luis Puenzo) y “El secreto de sus ojos” (J.J.Campanella).
Además de las excelentes actuaciones, “Parque Lezama” sobresale por su capacidad de hacernos reir de nosotros mismos y de nuestras propias miserias. Tanto en la Gran Manzana como en San Telmo, las personas -especialmente en la tercera edad- son parecidas. Con guiños muy locales, los diálogos causan la complicidad con los espectadores, que terminan aplaudiendo de pie.
Diana Rodríguez