PEÑA, un genio que “desempolvó” la memoria social

El 8 de octubre de 2015 murió el Arq. JOSÉ MARIA PEÑA. Se fue con él la impronta de la protección de los valores tangibles e intangibles de nuestro Casco Histórico y, especialmente, de San Telmo.

En su notable trayectoria de hacedor, destacamos tres acciones que lo distinguen: Impulsó la primera ordenanza municipal que reconoció y otorgó protección legal al Casco Histórico de la ciudad de Buenos Aires; creó el Museo de la Ciudad y la Feria de Antigüedades de la Plaza Dorrego, que se desarrolla todos los domingos en el corazón de San Telmo.

El Museo de la Ciudad -su creación- resistió, hasta donde pudo, los embates de los que han traído a estos lares las ideas de la modernidad como “palabra santa” que arrasa con toda la historia que encuentra a su paso. Esa actitud irreverente solo logró acentuar más su ausencia y muchos de nosotros nos aferramos a las convicciones que nos trasmitió en cada charla que mantuvimos con él, en cada conferencia suya a la que asistimos, en cada artículo que escribió y leímos… aun aceptando que las ciudades evolucionan, acompañando las necesidades urbanas de sus habitantes.

La notable contundencia de sus ideas las leemos en el libro “San Telmo Alma de Barrio, realizado por El Sol de San Telmo – Rumbo Sur Asoc. Civil; 2011), cuando dice:

“… San Telmo es una curiosa mezcla de barrio cercano al centro que, sin embargo, mantiene su esencia de trabajo cotidiano entremezclado con un cierto y forzado aire turístico. Pero esto último a los turistas justamente no les interesa ya que ellos se deslumbran con la autenticidad de la escala humana, de la cual no son ajenos los nuevos vecinos que buscan el sosiego y el carácter de un viejo barrio al que se suman con afecto.

Un auténtico barrio es aquel que puede actualizarse sin perder su identidad y su carácter, sin convertirse en “fashion” por poco tiempo o hasta que otro barrio retome el centro de la novedad.

San Telmo es la suma de su viejo mercado; sus calles cortadas; la plaza Dorrego donde hace 40 años nació la feria de cosas viejas creada por el Museo de la Ciudad y que significó un renacer de la memoria cotidiana; la escuela Guillermo Rawson y sus alumnos y quienes viven y no se mudarían por nada del mundo.

Me uno a Eladia Blázquez, que decía en su pequeño libro “Buenos Aires cotidiana”: ¨Apuntalemos a San Telmo para que no se caiga. Es un cacho sin par de Buenos Aires… que tiene identidad… que tiene alma¨. José María Peña, arquitecto”.

Por todo esto y porque no somos ingratos ni descartamos -como si fueran “trapos viejos”- a los hombres y mujeres que construyeron con su trabajo y su vida este hermoso lugar de la ciudad, es que VAMOS A RECORDARLO, VAMOS A VALORARLO, VAMOS A RELEERLO PARA SEGUIR APRENDIENDO DE SUS PALABRAS, ya que fue -con su liderazgo, tozudez, intransigencia y convicción- el que salvó a San Telmo del olvido y lo transformó en un polo de la cultura porteña.

                                                                                              Isabel Bláser

«Hay que hacer planteos conceptuales. En cada barrio hay lugares que, de alguna manera, están marcando la identidad». J.M.Peña

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