Pintura de frentes
El GCBA está llevando a cabo un plan de pintura de fachadas para eliminar de los frentes los restos de vandalismo de escrituras en aerosol, que nada tienen que ver con el arte graffitero.
Habrá quien esté de acuerdo que su casa quede hecha una pocilga, llena de pintadas de todo tipo aludiendo a clubes de fútbol, amores en curso o terminados, llamando gato a este o aquél (los que pueden tener algún sentido) o los dichosos tags, que al parecer consisten simplemente en poner “su” marca, tal como hacen los perros cuando orinan y marcan territorio.
A la inmensa mayoría de la gente le da un verdadero “patatús” cuando sale a la calle y ve en qué se ha convertido la pared de su casa… y nadie le pidió permiso para implantar la decoración.
Estamos en el Casco Histórico. Eso lo tenemos grabado en el chip. Pero a estas alturas, creo que está medio lejano el día en que el GCBA implemente un plan global para nuestro barrio, contemplando sus particularidades, las casas patrimoniales, etc. y pase a la acción con el visto bueno y apoyo de los propietarios.
Hay lo que hay y bailamos con una renga, por varios años más. Por lo cual me parece conveniente, si nuestra casa da pena y ni de lejos tenemos los $$ para dejarla reluciente como una patena, decir sí y vigilar de cerca qué vayan a hacer. O sacar «rajando» a los pintores al grito de ¡VADE RETRO SATÁN! si no acordamos con la idea de la pintada.
En las fotos verán casas donde ya fueron pintados y los vecinos están contentos “como perro con dos colas”. La última foto corresponde a la pared del colegio María Auxiliadora, que directamente daba asco, tanto la de calle Brasil como Garay.
En suma: Cada uno sabrá que decide. En lo personal estoy medio lejos de considerar cool la mugre, suciedad y dejadez que es moneda corriente en San Telmo. Pero habrá a quien le guste, digo…
Texto y foto: Graciela Fernández