“Pirilo”, pizza y fútbol

Una perlita oculta en la barriada

San Telmo esconde secretos con los que la gente lo identifica con relación al ámbito cultural, artístico y social: la Plaza Dorrego, la Iglesia Parroquial San Pedro González Telmo y el bar Británico; entre otros. Pero también el mundo gastronómico construye y contribuye a la historia de un barrio, desde sus sabores que se sirven en la mesa de los vecinos.

Así sucede con “Pirilo”, la pizzería ubicada en Defensa 821 (a pocos metros de Independencia). Este local representa un patrimonio para los santelmeños. Sus clásicas bandejas gigantes de muzzarella al molde, fugazza común, fugazza con queso y anchoas, fainá y pizza a la cancha (con ají molido, tomate y orégano que se degusta fría) son su marca registrada. “Acá amasamos la pizza a mano, lo hacemos todo a pulmón y sin máquinas”, afirma Silvia Vizzari, hija del fundador de “Pirilo” y santelmeña de nacimiento. Estos productos se fabrican con la ayuda de un horno a leña. Otra cosa que lo identifica es que los clientes comen parados, es decir sin mesa y sillas de por medio.

A pesar de que es un hito en el barrio, sin embargo algunos vecinos no llegan a reconocer el negocio a simple vista debido a que la fachada es angosta y su cartel pasa desapercibido entre las casas que lo rodean. Más allá de que la pizzería esté casi oculta en el tradicional paisaje turístico, su crecimiento popular convoca -entre otros- a vecinos, estudiantes universitarios y trabajadores de la zona. Es más, hasta taxistas estacionan su auto y se toman un tiempo de descanso para comer alguna porción con la característica servilleta gris en mano, de “Pirilo”.

Este local se originó como un emprendimiento familiar. Fue fundado en 1932 por Vicente Vizzari bajo el nombre de “Luigin”. Pero más tarde su hijo, Juan “Pirilo” Vizzari, estableció el apodo definitivo y asentó su crecimiento gracias a la recomendación de sus comensales. En aquella época no solo vendían pizzas sino también helados, torta de ricota y pastaflola.

En 1994 fallece Juan y sus descendientes se hicieron cargo. Pero el negocio familiar y el fanatismo por el fútbol se mantuvieron intactos durante estos 83 años. Gorros, banderas y banderines de color azul y celeste demuestran la pasión por el Club Atlético San Telmo. Vale aclarar que Juan Vizzari seguía atentamente al equipo “Candombero” en la categoría que le tocase jugar. Durante la década del ´50, la pizzería “Pirilo” se ocupaba de anotar los resultados de los partidos en una pizarra para hacérselos saber a los vecinos.

“Me acuerdo que cuando San Telmo ascendió a primera división, en 1975, mi viejo le regaló pizza a todo el mundo que pasaba por Pirilo” confiesa -entre risas- Silvia Vizzari, quién trabaja allí desde hace 25 años. Silvia tiene 51 años y también la apasiona el fútbol. Es socia e hincha del club San Telmo y, desde 1975, casi siempre va a ver al Candombero. No es solo una simple espectadora, sino que ayuda ad-honorem con la venta de entradas en la boletería. “Seguimos fiel al club”, agrega.

La popularidad de las pizzas de “Pirilo” atravesó las fronteras del barrio y -seguramente por eso- personajes del mundo del espectáculo también anduvieron por allí, como por ejemplo Luis Brandoni, Jorge Porcel, Alberto Olmedo, Rodolfo “el Tano” Ranni, “Teté” Coustarot y Fabián Matus (hijo de Mercedes Sosa), entre otros. Hay varias fotos en el local que atestiguan eso.

Actualmente “Pirilo” está en manos de Silvia, su hermana “Piru”, su sobrino y un empleado. “El legado que quiero dejar es tratar de enseñarles lo mismo que me enseñaron a mí. Y seguir manteniendo esto como es. No modificar, porque modificando las cosas dejan de ser lo que son y de tener la esencia del lugar”, concluye.

                                                                                                      Texto y foto:Martín Magurno

 

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