¿Por qué proponemos reciclar?

Porque el consumo de papel continúa creciendo y los árboles disminuyen notablemente. Al reciclar el papel, con la fibra recuperada se pueden hacer otros productos, teniendo en cuenta que su resistencia es menor porque las propiedades del papel no son indefinidas ya que se van degradando a medida que se realizan otros tratamientos con él.

Si lo reciclamos no terminará la desforestación pero sí se reducirá ya que, según los estudios realizados en este tema, si se deja de utilizar una tonelada de papel se salvan 17 árboles. Por tanto, tenemos más aire puro generado por el árbol, evitamos el efecto invernadero y destruimos menos especies. Además de tener que usarse menos recursos en el reciclado, la energía que se emplea es mucho menor cuando se produce papel nuevo y genera menos contaminación en la tierra y el agua.

Porque, por ejemplo, el poliestereno (Telgopor) no es basura y cuando lo tratamos de esa manera estamos haciendo otro daño más al medioambiente. No es biodegradable o sea que cuando lo tiramos queda permanentemente expuesto tomando contacto con la tierra y el agua y así se transforma en un gran perjuicio para los animales. Para reciclarlo -luego de verificar que no tenga otro material-, limpiarlo, triturarlo y aplicándole presión y calor se puede reutilizar para hacer juguetes, reglas, macetas, aislamiento para la construcción; entre otras cosas útiles.

Estos son algunos de los motivos para apostar al reciclaje y tratamiento de nuestra basura que, si lo pensamos bien, no es tal.

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