¿Qué pasa con el adoquinado en el Casco Histórico?

En nuestro Caso Histórico venimos observando que los arreglos de readoquinado duran muy poco tiempo, en condiciones óptimas.

Nos preguntamos el porqué de esta situación.

¿Es verdad -como argumentan los funcionarios- que los adoquinados no son aptos para el tránsito existente y esto produce su pronto deterioro?

Los actuales y controvertidos trabajos de “puesta en valor” del entorno del Museo de la Ciudad, en la calle Defensa -que habia sido completamente arreglada en 2008-, nos motivó a investigar sobre el adoquinado en la ciudad de Buenos Aires.

La mención más antigua que encontramos fue en la Revista Técnica Nº 61 del año 1898; esta publicación se especializaba en temas relacionados con la Ingeniería, Industria y Arquitectura. En dicha edición -de hace ¡123 años!– hay un artículo sobre los “Afirmados de Buenos Aires”, donde se efectúa un minucioso detalle de cómo se realizaban los distintos adoquinados en la ciudad.

De allí, extrajimos el siguiente texto:

ADOQUINADO CON BASE DE CONCRETO.- En el año 1893 se construyeron los primeros adoquinados de granito con base de concreto.
Después de preparado el suelo con el bombeo que debe tener el afirmado, se consolida con un cilindro a vapor de diez toneladas.

Se coloca luego el concreto con un espesor de 12 centímetros y, sobre este, una capa de arena oriental que debe tener ocho centímetros después de apisonado firme. Sobre esta se colocan los adoquines llamados ingleses, de modo que su mayor dimensión quede normal al eje de la calzada y a juntas encontradas y se procede al apisonamiento.

Finalmente, se toman las juntas con una mezcla de asfalto fundido con blek y arena, la que se echaba en caliente”.

Lo primero que nos llamó la atención en este artículo es que menciona un “doble apisonado”, primero a la base de arena y luego al adoquinado ya colocado.

En los trabajos realizados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires siempre observamos que ejecutan solo un apisonado, al momento de colocar el adoquín. Esta podría ser una de las causas que originan el desacomodamiento de los adoquines al poco tiempo de colocados.

La otra diferencia importante que observamos en los trabajos efectuados en el Casco Histórico, es la distancia que hay entre adoquín y adoquín y comprobamos que es mucho mayor.

Llegamos a esta conclusión, porque decidimos relevar y comparar el estado del adoquinado en diferentes barrios. Para ello, el parámetro que utilizamos fue contar las filas de adoquinados en una distancia de 3 metros; siempre equiparando adoquines de medidas similares y midiendo la separación de las juntas entre los mismos. Así pudimos hacer la siguiente comparacion:

La conclusión es que hay una diferencia -muy notoria- en la cantidad de adoquines re-colocados en las obras del Casco Histórico, en comparación con las calles relevadas de otros barrios. Tengamos en cuenta que en esas otras calles, el adoquinado no ha sido intervenido desde hace tiempo y, no obstante ello, todas se encuentran en muy buen estado de transitabilidad en comparación con las del Casco Histórico.

De hecho -a contramano de lo que está ocurriendo en París, por ejemplo- la tendencia actual del GCBA es asfaltar el adoquinado. Este proceso se viene observando en barrios como Villa Devoto, Flores, Villa Urquiza, Saavedra, entre otros. Como mencionábamos, el restablecimiento del empedrado en París es una medida que se impulsa en el marco de la mitigación de los efectos de la Crisis Climática.

Al concluir este relevamiento, nos preguntamos: ¿Por qué el empedrado en otros barrios, que no ha tenido intervenciones en décadas, está en mejores condiciones que el reciente del Casco Histórico? El ejemplo más claro es el Puente Borges -en Constitución- cuyo empedrado es centenario y está impecable, aun con tránsito pesado constante.

Para abordar las respuestas a esa pregunta, analizamos en particular a la calle Defensa, que con sus 500 años de historia es, quizás, la más emblemática de nuestro país. 

En diciembre de 2009 se hicieron A NUEVO, SEIS cuadras de la calle Defensa (desde Hipólito Irigoyen hasta Av. Independencia). En esa obra se levantaron por completo todos los adoquinados, se hizo a nuevo la base de hormigón y el sistema de drenaje.

En 2019 se volvió a levantar y colocar el adoquinado de la calle Defensa, entre Chile y Av. Independencia ¿El resultado? El mismo de siempre: adoquines desparejos que originan una superficie muy irregular para transitar. Tengamos en cuenta que ya en esas cuadras no hay tránsito de colectivos, con lo cual el rendimiento de los trabajos realizados es aun peor. Si bien la obra hecha en la base de hormigón y drenaje es correcta, la colocación de adoquines ¡No!

Densidad del adoquinado

Esta podría ser la respuesta para entender la mala calidad de las obras y su poca duración, en relación con otros barrios: comparar la densidad del adoquinado de la calle Defensa.

En la misma cuadra del Museo de la Ciudad, donde se está levantando el adoquinado para su reemplazo, habíamos contado que habian 20 filas de adoquines en una distancia de 3 metros. Cada fila tiene 27 adoquines, aproximadamente, con lo cual en esa cuadra habría -también aproximadamente- 18.000 adoquines.

En tanto, con una densidad promedio de 23 filas (observada en calles de Recoleta, Devoto o Caballito), en la calle Defensa habría 20.700 adoquines ¡2.700 adoquines MÁS!

Podríamos concluir que, a menor densidad de adoquines y con un insuficiente apisonamiento de la arena, mucho peor es la calidad de la obra. Los resultados están a la vista.

Patrimonio devaluado

Se habla “marketineramente”, de la puesta en valor de nuestro Casco Histórico. Hacerlo con obras como este readoquinado que ha demostrado -en poco tiempo- que es ineficiente y de mala calidad, es seguir ahondando la devualuación de nuestro Patrimonio. Cuando no hay interés en revertir estos procedimientos, hay desidia.

El Casco Histórico cuenta con una brillante Escuela Tallerde oficios que -a pesar de ser constantemente menoscabada- hoy es un ejemplo regional, ya que en breve e inspirándose en ella se concretará la creación de la Escuela Taller de Río de Janeiro, por impulso de un ex-alumno de nuestra Escuela Taller del Casco Histórico.

Dicho esto, nos preguntamos ¿Por qué no se puede capacitar a estudiantes de la Escuela Taller, para la recuperación del empedrado? Así como hay maestros que enseñan la técnica de adobe o del esgrafiado, podría haberlos para capacitar e investigar cómo realizar el mantenimiento eficiente de nuestro adoquinado.

Los recursos están, lo que no hay es intención seria de hacer una verdadera puesta en valor de nuestro Casco Histórico, ni siquiera seguir con los lineamientos del actual Plan de Manejo del Casco Histórico.

                                                                                   Casco Histórico Protege

Calle de Nueva York.

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