“Queremos ser una parroquia de puertas abiertas”
“El Patio”, espacio deportivo y gratuito que ofrece la parroquia de San Telmo a la sociedad
Un grupo de chicos corre desesperadamente detrás de una pelota de fútbol. Mientras algunos juegan con el balón, otros aprovechan el instante para secarse la transpiración, refrescarse la cara y saludar al padre Martín -párroco de la iglesia San Pedro González Telmo, desde el 16 de marzo de 2014-, porque a pocos metros del lugar donde practican deporte se encuentra una de las entradas a la Parroquia.
Martín Calcarami, más conocido como padre Martín y uno de los impulsores de esta propuesta, observa cómo se desarrolla la actividad en El Patio -escuelita deportiva dedicada a los niños, jóvenes y adultos-, mientras nos comenta: “Nosotros fundamos una academia deportiva e invitamos a todos los chicos del barrio a venir. La llamamos academia porque nos interesa que ellos se diviertan pero -a su vez- que aprendan, jugando, las distintas disciplinas deportivas”.
La escuelita funciona de lunes a viernes de 16 a 20, en la esquina de Humberto Primo y Balcarce. Allí se enseñan deportes como: fútbol -masculino y femenino-, voleibol, basquetbol, handball, hockey, tenis, taekwondo y actividad física general; bajo la responsabilidad de un profesor de educación física.
El espacio de recreación deportivo -que consta de una superficie de cemento, con líneas que delimitan el campo de juego- está compuesto por dos arcos de fútbol, aros de basquetbol, varias gradas a los costados y rejas a su alrededor.
A “El Patio”, como lo denominan los organizadores de la convocatoria, lo administra la parroquia sin fines de lucro. Empezó a desarrollar sus actividades el 8 de junio de este año y, actualmente, lo usan alrededor de setenta chicos. La entrada es libre y gratuita (bono contribución -opcional- mensual, $40) y solo requiere inscripción previa.
Conversamos con el padre Martín (42), quien anteriormente fue vicario parroquial en el Santuario San Ramón Nonato y en la Parroquia San Nicolás de Bari y le preguntamos: ¿Cuál es el sueño que anhelan logar con este patio? y nos dijo: “El sueño es que los chicos tengan un espacio en el barrio que aporte a su crecimiento sano, tanto física como psicológicamente. Porque el juego es muy importante para los niños. Y también lo es que vayan aprendiendo los valores humanos y cristianos para su vida”.
Sabiendo que al lugar no solo asisten chicos del barrio sino también alumnos del Colegio Simón Bolívar (Bolívar 1163), lo consultamos sobre: ¿Cómo se maneja la parroquia con relación al suministro de materiales para que los chicos puedan hacer los deportes? Y, en este sentido, el padre Martín nos contestó: “Nosotros, como parroquia, hemos comprado muchos materiales. Pero a su vez recibimos muchas donaciones, por ejemplo de personas que tenían guardada en su casa alguna raqueta que ya no usaba… y así la gente nos fue acercando pelotas, raquetas, pelotitas de tenis, palos de hockey, bochas de hockey, aros de basquetbol. Entre esas donaciones y la compra inicial que hicimos, ya tenemos todos los elementos deportivos necesarios”.
El sueño por la academia deportiva cobró vida el año pasado. Porque nueve años atrás, en ese lugar, funcionaba la Asociación de Técnicos José Omar Pastoriza, que dependía de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino y que el GCBA le había cedido. Pero debido a las irregularidades de su concesión y deterioro de las instalaciones, se clausuró. “Estaba en un progresivo deterioro y nadie tenía las llaves del predio”, resalta el padre Martín.
En 2014, la Subsecretaría de Deportes de la Ciudad ofreció el espacio a la Parroquia de San Telmo. El padre Martín aceptó bajo el convenio de concesión de uso gratuito, es decir, que el patio “no tenga uso comercial con fines lucrativos sino que sea de uso pastoral, social y deportivo”, específica. A partir de ese momento el gobierno porteño se ocupó del arreglo y la iglesia junto a Laboratorios Andrómaco S.A.I.C.I. (Ing.Huergo 1145), realizaron la refacción final. La puesta en valor de El Patio concluyó el 30 de abril de 2015 y casi dos meses después, se llenó de niños.
La parroquia no solo brinda este servicio para la comunidad, sino que posee un comedor para hombres mayores de 35 años en situación de calle, un comedor para chicos, ducha y ropería para hombres, apoyo escolar, Cáritas; entre otras acciones solidarias. También, muy pronto, abrirán un centro de apoyo escolar para que las personas mayores de 18 años puedan terminar la educación primaria y secundaria. “Queremos ser una parroquia de puertas abiertas”, concluye el párroco.
Texto y foto: Martín Magurno