Recuerdos de la Feria
En el mes de noviembre se ha festejado un nuevo aniversario de la Feria de San Pedro Telmo que desde hace 51 años se reúne en la histórica plaza del barrio. Esta plaza, cuya presencia se mantiene desde los lejanos tiempos de la colonia, es un sitio referencial en la historia porteña.
Hasta fines de los años setenta del siglo pasado un incierto futuro pendía sobre del barrio, debido a una legislación que establecía su renovación total.
La creación de la Feria por el Museo de la Ciudad con su rápida y exitosa aceptación, comenzó a poner en evidencia los valores patrimoniales del sector, corroborados más tarde por la creación de la Zona Histórica, también propuesta por el citado Museo de la Ciudad.
Ya en esos años algunos anticuarios se habían instalado en el barrio: la casa Pardo en el año 1969, en el local de la calle Defensa 1170 y otro, cuyos datos no recuerdo, también en la misma calle pero más cerca de la Plaza de Mayo.
En 1970 la Feria inauguró su actividad; a través de la prensa se invitó a participar de esta nueva propuesta al público en general que tuviera vocación de anticuario, como también a los propios anticuarios y vendedores de cosas viejas. En ese primer domingo se reunió un grupo de dieciocho entusiastas que vieron la oportunidad de mostrar y vender sus objetos.
En reuniones previas a la inauguración de la Feria, el arquitecto Peña, su creador, había mantenido charlas con personas relacionadas con la actividad a fin de intercambiar opiniones, ya que en Buenos Aires no existía -como en otros países- una feria de cosas viejas y objetos antiguos que, al haber pertenecido a personas que vivieron en la ciudad, representaban una oportunidad para los interesados en participar en la propuesta y además un atractivo turístico.
Entre los osados que participaron en dichas reuniones, merece ser recordado Héctor Pérez; en esos años, un visionario que comenzaba a coleccionar y vender objetos y curiosidades varias que, con perspicacia, lograba encontrar entre la multitud de cosas que pacientemente esperaban ser descubiertas. Es evidente que consideró muy atractiva la propuesta, ya que estuvo desde el primer día en que la Feria de San Pedro Telmo cambió la vida barrial.
Héctor, una persona joven y entusiasta ya había dado los primeros pasos en esa actividad al instalarse, hacia 1968, en un local ubicado en la calle Balcarce y Cochabamba. La casa en que se encontraba, construida en la segunda mitad del siglo XIX, formaba parte del entorno lamentablemente modificado por la construcción de la autopista. Pero gracias a una fotografía, es posible conocerla en el momento en que se hallaba instalado el Almacén de Antigüedades, nombre que aparecía escrito en la fachada al igual que el cartel colocado sobre la puerta de acceso y que había pertenecido a un viejo local de Buenos Aires.
Sus años de feriante quedaron registrados en artículos y fotografías que lo testimonian. Una muy elocuente, aparecida en la revista Panorama del mes de marzo de 1972, lo muestra transportado un arpa en medio de la Feria.
La Galería del Este también fue un lugar elegido para instalarse y posteriormente lo fue la calle Arroyo, en donde la vidriera de su local atrajo no solamente a posibles compradores sino además a todos los que pasábamos frente a ella.
Gracias a la gentileza de Jéssica Pérez y de Ricardo Ibanese que aportaron datos y fotografías ha sido posible reconstruir parte de aquellos días y de la actividad incesante de Héctor Pérez.
Eduardo Vázquez