Repudio social

El reciente ataque a la histórica Parroquia San Ignacio de Loyola (Bolívar 225) –además de su ofensa a las garantías constitucionales de libertad de culto-, es un agravio al patrimonio nacional. Esa Iglesia tiene parte fundamental en el inicio de la instrucción en Buenos Aires, como en los sucesos de la Independencia de nuestro país.

Creo que es un llamado de atención a todos los vecinos para que no solo cuiden la historia viva en los edificios de la zona histórica, sino para que estén alertas para denunciar y evitar nuevas acciones de ese tipo.

Es más, los docentes deben saber que sus alumnos, ignorando los valores en juego, pueden ser llevados a estas actitudes que recuerdan las peores épocas de la historia universal, donde los epígonos de turno muchas veces han hecho tabla rasa con los valores humanos y espirituales que se oponían a su idiosincrasia.

                                                                                   Darío Mosso