San Telmo, ¿el nuevo barrio gay?
Qué tiene San Telmo de ese marketing que lo define como novedad gay–friendly. Quizá, las particularidades por las que es elegido no sean comerciales y la historia haya comenzado hace tiempo.
San Telmo siempre fue uno de los preferidos por las personas homosexuales por su bohemia, arte e intelectualidad pero también la convivencia con diferentes grupos sociales y culturales. Por eso es que la actual denominación de barrio gay friendly no sea tan caprichosa como parece. ¿Qué otro barrio podría serlo si no?
Convivencia en la diversidad
Sin embargo, esa nueva categoría no logra describir a San Telmo. Uno de los posibles motivos es que ya no sea necesario, en Buenos Aires, un barrio con esas características, como sí lo fue en Madrid, San Francisco y París, por ejemplo, donde se conformaron en una época en que hacer comunidad gay era una necesidad territorial, de comodidad y de seguridad. Por lo tanto, también de felicidad.
Juan Pablo García, quien vive hace muchos años en el barrio y es camarero de Rara Bar, opina que “pensar en un barrio gay es aislarse y alejarse de la convivencia con otras personas… San Telmo es un lugar donde existe la integración”, por lo que no considera necesaria la existencia de lugares exclusivos.
Pero hay otra razón con peso propio: San Telmo tiene una identidad difícil de domar, desarrollada a través de más de un siglo de esplendor, de abandono y decadencia y, también, de cierta resistencia, que condiciona cualquier intento de imposición de modas culturales y económicas. Exige el conocimiento y la adaptación a su idiosincrasia pero, a cambio, propone una convivencia en una rica diversidad.
Juan Palacios, uno de los camareros de Pride Café, describe al barrio como “heterogéneo, un conglomerado de marginados, artistas, bohemios, tangueros y extranjeros que lo eligen como lugar para vivir. Conserva la esencia de barrio y al mismo tiempo no existe el temor a la exposición”, asegura.
Es así como hoy esta zona acoge a los lugares orientados al “público gay“ porque siempre fue un barrio abierto como lo fue con los negocios de moda y diseño siendo un referente en antigüedades; con los nuevos restaurantes de cocina de autor que se suman a las cantinas y bares tradicionales; y con las nuevas galerías de arte habiendo sido cuna de grandes artistas plásticos que lo eligieron, hace varias décadas, como lugar para vivir y crear.
Rompecabezas
Parece que las razones por las cuales las personas gays eligen vivir en San Telmo, entonces, tienen más que ver con la vida sociocultural y la tranquilidad de poder expresar su vida afectiva y sus gustos de una forma más libre y segura, y no tanto con las propuestas comerciales de lugares exclusivos y excluyentes ya que, en realidad, hay pocos de este tipo.
Morela Pérez, propietaria de Bleucards, Mapa Gay de Buenos Aires, ahonda: “Pensar San Telmo como un ‘distrito gay’ fue una propuesta y apuesta comercial, proyectada al turismo internacional; pero el barrio conserva una cultura bohemia que permite la interacción, sin importar si se es gay o no”.
Por otro lado, Martha Miravete Cicero, coordinadora de Grupo de Mujeres de la Argentina, acepta que esta estrategia de venta “puede ayudar a cambiar la mentalidad social de la ciudad y traer consigo cambios positivos. Pero hay que tener cuidado porque podría ser visto como un guetto, con el consiguiente riesgo de caer en la auto discriminación, que no es lo que necesitamos”, explica.
Táctica comercial y necesidad de integración se complementan y la existencia de lugares que están orientados comercialmente al “público gay” sigue siendo necesaria por diferentes razones: una de ellas es la de tener espacios donde encontrarse con pares.
Por eso, en esta nota se propone un breve recorrido por algunas de las experiencias locales, piezas de un rompecabezas que no exige ser armado ya que cambia constantemente con la dinámica de la sociedad y que muestran algunos colores que no suelen ser vistos por todos. Estos lugares representan las diferentes maneras en que gays y lesbianas fueron encontrando, y encuentran, lugares para su expresión, contención y diversión.
En privado
Hace más de una década, una casa antigua ubicada a treinta metros de Plaza Dorrego abrió sus puertas para ofrecer un espacio para hombres donde estar y compartir reuniones con pares, cenar y participar de diferentes actividades. Con el tiempo se fue perfilando como un exclusivo Bed & Breakfast orientado al turismo externo e interno. Hoy, Lugar Gay ofrece a sus huéspedes un ambiente reposado e íntimo en pleno corazón de San Telmo.
Daniel Montes, uno de sus encargados, oriundo de Pergamino, cuenta que vino a esta ciudad porque deseaba vivir con su pareja en forma más libre, ya que en el interior del país la mentalidad de la gente es “más cerrada”. San Telmo le gusta porque es “un lugar tranquilo; no hay problemas, no se percibe la discriminación salvo en casos aislados”. Hoy trabaja en uno de los pocos lugares que lucen en su balcón la bandera con los colores del arco iris y donde los domingos los profesores de la Milonga La Marshall dictan clases de tango.
Defensa 1120. Exclusivo para hombres.
La esquina del sol
En un rincón del barrio floreció hace cuatro años un espacio con un diseño moderno, buena cafetería y pastelería y una amplia selección de revistas con imágenes de calidad. A partir de su nombre –que apela a una palabra muy significativa para la comunidad homosexual: orgullo, y que afirma su estilo- Pride Café se perfiló como un lugar casi exclusivo para gente gay pero en realidad es una esquina soleada que gusta a todos.
Convive con la Universidad del Cine, la Facultad de Ingeniería, oficinas públicas y privadas, una feria de artesanos, las clásicas casas de tango Bar Sur y El Viejo Almacén y los viejos almacenes del barrio, un fast food, la elite musical de La Scala de San Telmo, la avenida Paseo Colón y, un poco más allá, Puerto Madero.
Balcarce y Pasaje Giuffra
Internacional y hetero-friendly
La primera cadena de hoteles dirigida al “colectivo gay” decidió abrir su segunda sucursal en esta ciudad y, específicamente, en el “genuino San Telmo” (aunque queda en el límite con Montserrat), siendo el primero en Latinoamérica. Sus creadores definen a Axel Hotel como “un espacio donde cualquier persona sin prejuicio de su tendencia sexual es bien recibida, respetada y valorada. Es un hotel con filosofía heterofriendly”.
En la elección del barrio, explican, fueron determinantes sus características: historia, arquitectura, ambiente cosmopolita, mitología tanguera –en su versión homoerótica– la cultura y el arte, que lo hacen siempre vigente. Una especial combinación que no tienen ni Barrio Norte ni Palermo y que a sus dueños catalanes gustó, quizá, por tener como referencia el Casco Antiguo de Barcelona, donde está su sede original. Pero San Temo está lejos del nivel de otros barrios antiguos europeos en tanto conservación, cuidado, limpieza y propuestas comerciales. Sin embargo, el crecimiento y la calidad de la zona es una promesa en la que el proyecto Axel confía.
Por su identidad, categoría, estilo y servicios puede resultar un tanto extraño y frío para sus vecinos. Sin embargo, desde allí se promueven recorridos por circuitos comerciales de San Telmo y ofrece servicios de esparcimiento y gastronomía abiertos a todo público.
Venezuela 649
¿Bailamos?
El Tango es un baile sensual. Pero, ¿qué sucede con esta danza de roles claramente definidos cuando quiere ser bailada por personas de un mismo sexo? ¿Se deja bailar? Para Mariana Falcón, la profesora y creadora de Tango Queer, esta pregunta cuestiona los lugares de sexo, género y orientación sexual y posibilita la expresión de los sentimientos de una manera más libre.
Desde esa mirada creó un espacio liberado en donde los integrantes de las parejas bailan los roles que más les gustan, los que más sienten y hasta se dan el gusto de intentar con ambos: el femenino y el masculino. “Tango Queer es un espacio abierto a todas las personas, de encuentro, de sociabilización, de intercambio y de práctica, en el que se busca explorar nuevas formas de comunicación entre quienes bailan”.
Esta propuesta es especialmente atractiva para personas gays y, aún más, para las chicas, según la profesora, quien reconoce que las lesbianas tienen más dificultades que las parejas de hombres para encontrar lugares donde sentirse cómodas. Tango Queer es un ambiente realmente mixto, donde las clases y la milonga se acompañan con charlas, empanadas y vino.
Martes desde las 20. Perú 571
¿Y las mujeres?
Las mujeres lesbianas no tienen la misma forma de vivir los espacios públicos que los hombres y comparten con todas las mujeres la misma problemática de género. Las lesbianas, muchas veces, parecen no existir para el resto de la sociedad, denotando su componente machista pero, también, que ellas tienen diferentes gustos: más intimidad y menos exposición, pero quizás más temor a la discriminación.
Los lugares exclusivos para chicas son escasos. El año pasado tuvo una existencia breve Verona, en Hipólito Yrigoyen al 900, que funcionaba como un bar y un lugar para bailar.
En el barrio, también funcionó Simón en su Laberinto, un lugar que conjugaba buena gastronomía y espectáculos nocturnos que, casi sin querer, se fue convirtiendo en un punto de encuentro para chicas lesbianas. Andrea Merellano, la ex dueña de “Simón” y actual encargada del resto-bar Las Mazorcas, nunca tuvo la intención de crear un lugar exclusivo para gente gay.
“El mito de que San Telmo es el barrio gay fue un invento de algunas inmobiliarias, que intentaron crear una movida comercial alrededor de todo eso. Pero no explotó como pensaron, nunca se armó toda esa movida”, dice.
Al contrario, ella comparte con la mayoría de los entrevistados la idea de que existan lugares que promuevan la integración y la apertura, fenómeno que evidentemente está sucediendo en San Telmo.
El hombre es como el oso…
¿Dónde están los varones de pelo en pecho que no se cuidan mucho con las comidas, tienen aspecto de guardabosques, valoran la masculinidad propia y -detalle importante- la de sus amantes?
En el Club de Osos de Buenos Aires que funciona muy cerca de San Telmo. Osos se hacen llamar los muchachos que por decisión, por gusto o por imposibilidad no comulgan con los patrones que definen, hoy, a la “estética gay” y en cambio cultivan una erótica de cuerpos gruesos y velludos.
Allí, se organizan reuniones, actividades culturales y recreativas, tienen un bar, ofrecen contención, protección y asesoramiento en derecho y salud.
Humberto Primo 1664
¿También por Iglesia?
”Soy un convencido de que si dos personas se aman (sean del sexo que sean) y dan gracias a Dios por ello, la bendición sobre su unión significa hacer explícito lo que la gratitud a Dios de esa pareja ya implica.” Con estas palabras, el pastor Andrés Albertsen de la Iglesia Dinamarquesa de Buenos Aires justificó su buena disposición para oficiar la boda de Virginia y Jessica, las primeras mujeres en casarse por Iglesia en América Latina, e instó “a colaborar para que la ceremonia religiosa se convierta en el mejor comienzo para una fiesta que merece la reunión de amigos y seres queridos”.
La pareja de chicas debió pasar previamente por el Registro Civil haciendo uso de los derechos que rigen en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde 2003. De orientación luterana, esta iglesia es la única en el país que permite los casamientos entre personas del mismo sexo.
Carlos Calvo 257
Somos iguales
Este recorrido por distintos lugares públicos y comerciales es sólo una excusa para representar el verdadero significado de la “cuestión gay” en San Telmo: los habitantes que lo eligen para vivir y también los que lo visitan.
Todos amamos y necesitamos contención, queremos expresarnos, reunirnos con quienes nos sentimos identificados, divertirnos públicamente y en privado sin ser discriminados. Somos hijos, padres, tíos, sobrinos, amigos, formamos familias de maneras diferentes, somos vecinos, jefes y empleados, comerciantes, profesionales y desocupados.
Todos necesitamos vivir en una comunidad en donde se respeten las diferencias. Una sociedad en la que, además de ser seducidos por el mercado necesitamos, en forma prioritaria, que se nos concedan los mismos derechos civiles ya que nos competen las mismas obligaciones.
San Telmo es un ejemplo de convivencia y de respeto por la diversidad; lo sabemos cuando caminamos sus calles, cuando vamos al mercado y cuando nos encontramos en sus bares.
Texto: Edio Bassi
Informe y producción: Grace Gomez
Colaboración: Carolina Quirós
Qué bien tratados y considerados los temas, espero sea un ejemplo inspirador para aquellos que no se adaptan a los cambios sociales, aquellos que no pueden aceptar las diferencias y vivir en armonía con su destino
Héctor Enrique Peña.