“Ser mamá es mucho más hermoso de lo que imaginé”

Martina Garello, actriz.

Hace dos años se estrenó la película “Hasta que me desates”, dirigida por Tamae Garateguy, protagonizada por Martina Garello y Rodrigo Guirao Díaz. En ese momento generó una polémica, por algunas escenas de sexo sadomasoquista: estaban los que pensaban que era casi porno y quienes opinaban que se trataba de una experimentación dentro del llamado “cine de autor”. Se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, se presentó en el ciclo “La Mujer y el Cine” en el MALBA -Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires- y luego se proyectó en el BAMA -Buenos Aires Mon Amour-, la sala del Cine Arte (Pte. Roque Sáenz Peña 1150, CABA) que reabrió -por streaming- como Cine Arte Lumiere.

“Mi personaje, Clara, tuvo una pérdida muy grande en su vida y entra como en un derrotero de autodestrucción”, explica Martina. “Como tiene la cara desfigurada por un suceso que vivió acude a un cirujano plástico, el Dr. Quintana (Rodrigo Guirao Díaz). Este doctor se supone que practica eutanasia. Entonces en este deseo de Clara de liberarse de tanto dolor aparece como una incipiente historia de amor, que no quiero contar mucho como se desencadena, pero es muy interesante. La música de la película, de Sami Buccella, es muy linda”, agrega Garello.

¿Cómo fue el rodaje de las escenas fuertes?

Tamae es una experta en armar las escenas de sexo; es muy técnica, entonces el trabajo en ese sentido es muy fácil y contenido. Además, la mayoría del equipo estaba integrado por mujeres. De todas formas casi no se ve la desnudez, salvo en una escena cerca del final. Pareciera que se ve más de lo que realmente se muestra. Y lo del sadomasoquismo fue toda una experiencia novedosa para mí. Yo no tenía idea. Nunca había hecho escenas de sexo ¡Y las hice todas juntas en esta película! Nos reunimos varias veces con un experto en Shibari (una técnica de atadura japonesa), que fue nuestro coach. Nos explicó que hay todo un costado filosófico detrás, que muchas veces no termina en sexo: tiene que ver con la dominación. Las ataduras con sogas llevan 15 minutos para atar y otros tantos para desatar, pero en los rodajes a veces se complican las cosas y estuve más tiempo atada; eso fue lo más “heavy” de la filmación.

La actriz ya había trabajado con Garateguy en una obra corta llamada “Quiero que seas tan débil como yo”, una adaptación de “La insoportable levedad del ser”, dirigida por Joel Drut. “Tamae fue a verme en una obra de danza llamada Rubí y hubo algo que le ¨copó¨ de ese personaje, un poco roto y al mismo tiempo muy enérgico. Luego nos encontramos y me propuso hacer este personaje, cuando todavía estaba desarrollando el guion con Miguel Forza de Paul. Me pareció un desafío enorme, porque es un personaje que pasa por emociones muy profundas y extremas”.

Martina, hija del músico de tango Raúl Garello, empezó a estudiar piano a los 6 años. “Lo hice durante varios años. En una ocasión, para una muestra, iba a tocar con mi papá y se me taparon los oídos. Fue algo bastante traumático para mí. Entonces mi profesora de piano, Etelvina Chinnici, me sugirió estudiar teatro para soltarme y desinhibirme. Al terminar el secundario hice el ingreso (sin ninguna preparación previa) a la Escuela Nacional de Arte Dramático, que ahora es el UNA (Universidad Nacional de las Artes). La carrera fue una etapa muy hermosa. También hice danza durante mucho tiempo, me gusta la improvisación”, relata la actriz, que acaba de ser mamá.

¿Qué hiciste después de ese protagónico?

Hice dos participaciones: en una película de Federico Sosa, próxima a estrenarse, que se llama “Tomando estado” y en otro film de Tamae, “10 palomas”, donde interpreté el papel de la psicóloga del protagonista, que es Guillermo Pfening. Después actué en un corto –“Mi padre muerto”- dirigido por Roberto Porta, que fue presentado en El Cairo y le fue muy bien. Hice la voz en una película animada, que posiblemente se estrene el año que viene, que todavía no sé cómo se llama; eso estuvo muy bueno. Además, hice un personaje en la segunda parte de “UPA! Una película argentina”, dirigida por Camila Toker, Santiago Giralt y Tamae Garateguy: “UPA! 2: El regreso”. Los mismos directores ya están encarando la preproducción de la versión 3. Estoy con algunos proyectos, pero con la pandemia, se retrasó todo.

La actriz, que fue nominada como Revelación a los premios Cóndor de Plata, está en pareja con el director de cine Daniel Rosenfeld. Antes que naciera su hijo viajaron a Japón, donde el realizador presentó su documental: “Piazzolla, los años del tiburón”. “Fue todo un periplo, porque a los pocos días viajamos a Cuba para presentar allí, “Hasta que me desates”. Fue buenísimo que pudiéramos hacerlo juntos”, dice.

¿Cómo les cambió la vida la llegada del bebé?

Rafael es un milagro. La verdad estamos muy felices, nació prácticamente en cuarentena así que está teniendo a los dos padres las 24 horas del día. Eso es muy beneficioso para cualquier bebé. Estoy muy contenta porque duerme muy bien, de 23 a 8 de la mañana, lo que ayuda mucho en el día a día. Estamos esperando la vacuna para que pueda estar cerca de sus abuelos, tíos, primos, amigos y empezar a viajar con él. Es conocer una nueva forma de amor, alucinante, es mucho más hermoso de lo que imaginé.

¿Porque eligieron vivir en San Telmo?

Viví muchos años en Saavedra y a San Telmo llegué hace 4 años. Daniel vivía acá, a media cuadra del Mercado; el barrio es muy encantador, tiene una mística muy especial. Si tengo que leer o estudiar, hay muchos cafecitos. Cuando se podía iba a La Poesía, al café Rivas, adoro el Mercado porque amo las antigüedades, así que estoy luchando para que sigan los anticuarios y no se modernice tanto el barrio. Las calles, la gente… es muy lindo caminar por el barrio los fines de semana, tanto como los desayunos en los bares.

Diana Rodríguez

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