Solidaridad… pendiente

 “La solidaridad no es un sentimiento superficial, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, es decir, el bien de todos y cada uno,  para que todos seamos realmente responsables de todos” (Juan Pablo II).

Siempre hemos dicho y oído decir “Los argentinos somos solidarios”. Pero creo que el ser humano es solidario. Somos solidarios. Pero, ¿Siempre o en algunos casos? ¿En qué casos? ¿Cuándo? ¿Somos capaces de dar desinteresadamente?

Hay muchas formas de ser solidario, dando lo que sé, el tiempo que puedo, la prenda que no uso, el alimento que puedo pagar para otro. Y, otro es otro. No importa quién. Porque no importa que ese otro no lo pueda retribuir. No se espera eso de él, ni que lo agradezca, ni nada. Solo que lo tome, para aliviar su necesidad, que no siempre es material.

Ejemplos sobran, como el que en estos días sucedió con un tren en la curva de Angrois, España. Un pequeño pueblo, conmocionado por un estúpido accidente, que voluntariamente y sin pensarlo mucho…. […] “Llegaron los primeros al lugar del siniestro al oír el estruendo que habían provocado los vagones descarrilados. Cuando vieron lo que había pasado fueron a sus casas para llevar agua, mantas, sábanas, linternas…Regresaron para ayudar a los heridos. Sacaron a la gente de los vagones incluso antes de que llegaran los equipos de emergencia. Dieron la mano al que la necesitó y en muchos caso no se separaron de los heridos hasta que las ambulancias se los llevaron”

La solidaridad siempre viene a suplantar la ausencia de respuestas de los que tienen el poder. Es el poder de la gente. Es cuando todos entendemos que somos responsables de lo que nos pasa a todos.

SOLIDARIDAD empieza con  y termina con DAd

                                                                                  María Ángela Varela (desde París)

 

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