Sumario #50 – Un nuevo comienzo

Para comenzar el 2014 a pleno, El Sol tiene varias novedades: en este número, aprovechando que inauguramos un nuevo año calendario, quisimos hacer otro diseño -aunque algo más pequeño que el que saldrá el resto del año- coincidiendo también con la salida de nuestro número 50, cifra que nos parece muy importante. No vamos a negarlo, nos enorgullece estar donde estamos. No creemos que sea “la mitad de nuestra vida”, aunque sí nos sentimos más “maduros”. Vemos este momento como un tiempo para revisar lo pasado y sobre ello seguir “construyendo” un futuro mejor.

Desde su primera publicación, El Sol ha tenido cambios -de diseño, de tapa-, han escrito en él muchos vecinos, otros tantos nos han seguido y algunos se fueron incorporando de a poco. Probablemente esos cambios sigan sucediéndose pero, sin importar cuáles sean, algo se mantendrá inalterable, eso que existió siempre desde el origen del periódico: ser comunitario, estar abierto a todos los vecinos, los “de siempre” y los nuevos y contar con su participación. Ese ha sido, invariablemente, el deseo de El Sol.

Hablando de deseos en un año que recién comienza y remontándonos a fines de 2012 -momento en el que le preguntamos a los vecinos cuáles eran sus deseos para  el 2013-, hacemos un pequeño balance de los que se han cumplido y los que no. La intención, entonces, no solo era compartirlos con nuestros lectores sino acercarlos a las autoridades para informarlos de lo que los santelmeños sienten y quieren para su lugar. Lo más pedido fue tener las veredas y calles reparadas, más limpieza y mejor iluminación. Al día de hoy, la situación permanece bastante similar a lo que era en aquellos días: los contenedores rebalsan de basura, las veredas intervenidas por las empresas de servicios nunca se arreglan, a pesar de los continuos reclamos y si bien se hicieron obras para la mejora de los adoquines, hay calles donde se retiraron hace meses y todavía no se han repuesto. En cuanto a la iluminación, sigue siendo defectuosa. El Parque Lezama da lástima y la situación de la plaza de la calle San Juan al 600, es aún peor.

También hubo algunos más “alegres” que, podemos decir, se cumplieron: que el barrio continúe con su espíritu original o que continúe siendo bello. Eso se ha mantenido. ¡Hurra porque así fue y porque siga siéndolo!

De todos esos deseos a lo que sucedió realmente en 2013, no muchos se hicieron realidad. ¿Por qué? ¿Eran acaso muy ambiciosos? No lo creemos, como tampoco creemos que sean inalcanzables. Simplemente sucede que los deseos son las ganas de que algo ocurra, pero a veces no depende de nosotros. Entonces, le pedimos al “Universo” que “manipule” sus energías para que ocurra lo que nosotros estamos queriendo. Pero como los deseos son, en algún punto, esperanzas que no deben perderse sin importar cuánto tiempo trascurra hasta que se materialicen, lo que tenemos que lograr es juntar toda la energía de nuestras ganas y enfocarlas en lo que queremos y, más que nada, hacer. Entonces, no le dejemos toda la responsabilidad el “Universo”, seamos artífices de su realización.

Esperamos que disfruten de este número estival. Como siempre están invitados a participar de las reuniones abiertas, a escribirnos a [email protected] y también a seguirnos en nuestra página web: www.elsoldesantelmo.com.ar

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