Un barrio y una plaza con protagonismo político

En este mes posterior a las elecciones, cabe pensar no sólo en los resultados, sino también en todos los mensajes de campaña que se lanzaron desde las calles de San Telmo, y en particular desde la Plaza Dorrego. El barrio se convirtió en eje geográfico para las estrategias de comunicación en algunas campañas, notablemente las de oposición.

saboulard

A San Telmo, vino Roberto Lavagna, quien lanzó sus candidatos a diputado por la Ciudad desde la Plaza Dorrego. También, vino la perenne candidata Elisa Carrió , no a la plaza en sí, pero a pocas cuadras, al teatro Margarita Xirgu (calle Chacabuco). Es el lugar notable y representativo que escogió Carrió para presentar su proyecto electoral, la Coalición Cívica. Luego, Carrió volvió a San Telmo para presentar su plan de gestión cultural.

Pero quizás la intervención más interesante fue la de Rubén Saboulard, candidato a diputado del partido de las asambleas, la lista 283. Esta lista tiene sus raíces en uno de los movimientos asambleístas de San Telmo y Montserrat. La lista incluyó a Saboulard, Ana Melnik, (candidata a senadora y directora del presupuesto participativo para el barrio), Analía Casafú, Diego Abregó (músico) y Horacio Lagar.

En un acto de campaña en la Plaza Dorrego (octubre 19), Saboulard pronunció un discurso lleno de interrogantes ácidos dirigidos hacia el gobierno de turno y los partidos tradicionales. Saboulard planteó estas cuestiones: ¿si justicialistas y radicales en todas sus ramificaciones no pueden proveer, desde el ejecutivo y la legislatura, trabajo, comida, techo y salud en un país rico como la Argentina, entonces en qué estado se encuentran nuestra democracia y derechos humanos? ¿Porqué vamos de crisis a crisis, de manera cíclica, como si no supiéramos aprender de nuestros errores?

Dijo Saboulard: “En el país de las vacas, en el país del trigo y la miel, 80.000 comedores populares le dan de comer todos los días a 7 millones de pobres”. La Lista 283 cerró su campaña el 25 de octubre en la intersección de las calles Perú e Independencia.

Luego, el domingo de las elecciones el escenario político se mudó al barrio de Monserrat. Allí, en el Hotel Intercontinental, recibió Cristina Fernández—observada por todo el mundo—la noticia que sería presidenta. En las calles de los alrededores, cerradas por un gran operativo de seguridad, celebraban sus militantes.

Ese es el balance: otra elección, otra generación de líderes que hacen sonar sus voces en los barrios más antiguos de la ciudad.
—Marcelo Ballvé

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