Un hermoso sueño

Nuestra referencia a un proyecto barrial que ya fue pensado hace unos años y que ahora volvemos a poner en la consideración de los vecinos y autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, teniendo en cuenta la transformación que se está llevando a cabo, ha tenido mucha repercusión. Se nota que es algo añorado, tanto por el recuerdo imborrable que tenemos los que nos transportamos en el tranvía, como en aquellos que no lo conocieron y lo ven como algo histórico y pintoresco que vale la pena revivir.

El Ing. Vial Mario Briski en la edición de febrero ppdo. expuso sobre el particular y -ahora- el Arq. Alejandro Belda, haciendo referencia a ese artículo, nos interpela con esta pregunta: ¿Se puede volver al servicio de tranvías en San Telmo?

Pero no se queda en el interrogante, sino que fundamenta su respuesta de esta manera:

“Como vecino sigo con interés y cariño todas las acciones destinadas a conservar y revitalizar nuestro barrio. Me es grato encontrarme con sueños e ideas y en este caso haré una serie de observaciones desde el punto de vista Técnico y Urbanístico/Transporte, que considero deben ser tenidas en cuenta antes de pasar a mayores.

Observaciones técnicas

Es de considerar que, además de los coches (tranvías), vías y línea aérea (catenaria) es necesario contar con una fuente de energía de corriente continua (centro de potencia), cochera donde guardarlos, lugar donde hacer la limpieza, reparaciones y mantenimiento, dependencias para el personal, etc.

En el caso del tranvía histórico de Caballito, se toma energía del subte (línea A) y se utiliza un sector del Taller Polvorín como cochera, así como la línea aérea y vías originalmente utilizadas para mover las formaciones de la línea hasta el taller.

En nuestro caso nada de esto existiría, dado que el sistema tranviario se ha desmantelado absolutamente.

Tan es así que cuando la Asociación Amigos del Tranvía tomó la iniciativa, descubrieron que ni siquiera había quedado un solo tranvía de los que transitaron en nuestra ciudad.

En cuanto a los coches “La Brugeoise” (vagones de madera antiguos de línea A), originalmente podrían funcionar como tranvías, pero fueron modificados y quedaron con sus puertas a la altura del andén, sin escalera hasta el nivel de la calle.

Hay que entender además que, como servicio público, debería haber una Autoridad de Aplicación: CNRT, SBASE, etc., que controle y regule su funcionamiento y muy difícilmente un profesional aprobaría la circulación de estos coches que ya quedaron fuera de norma en la vía pública.

La instalación de línea aérea no es un tema menor, considerando el riesgo de descarga eléctrica en una calle donde se manipulan puestos y estructuras metálicas, carteles, se cruzan cables de fibra óptica, etc.

El tranvía circulaba por muchas calles de San Telmo. En Defensa la vía se encontraba junto a la acera del lado este. Con las diferentes obras que se realizaron, se perdió parte de la misma y si algún tramo quedó, está por debajo del nivel de la calle actual o en incomprobable estado de conservación, por lo que habría que tender una vía nueva.

En general, los tranvías históricos que circulan por el mundo han restaurado todas las instalaciones existentes, por ejemplo, el Cable Car de San Francisco. Sería un contrasentido implementar instalaciones nuevas en este caso.

Aspecto Urbanístico y de Transporte Urbano

Los vecinos de San Telmo sabemos que los domingos la calle Defensa se hace peatonal. Se llena de puestos de artesanías y antigüedades y se convierte, tal vez, en la calle peatonal más concurrida de la ciudad, entre Plaza de Mayo y Parque Lezama. A duras penas se puede andar a pie, es muy difícil pensar que un tranvía podría circular por allí sin generar trastornos o accidentes.

En cuanto a las obras que realiza el gobierno de la CABA de relocalizar los medios de transporte colectivo por Paseo Colón y 9 de Julio, precisamente tienen la intención de hacer más amigable la peatonalización.

Por otro lado, el tranvía no podría circular con la frecuencia y velocidad necesaria para ser utilizado como medio de transporte, ni vincularía a los pasajeros con el resto de los sistemas de transporte existentes en la actualidad, con lo cual solo se utilizaría en forma recreativa y/o por turistas.

Las ideas no se matan, pero se van transformando y adaptando a las posibilidades”.

Ahora bien, teniendo en cuenta lo dicho por profesionales autorizados en la materia y reconociendo -sin tapujos- que mi inquietud está basada en el profundo deseo y no en conocimientos técnicos (que me superan, porque no son mi especialidad), pienso en voz baja y sin que nadie me escuche: Si recorremos e investigamos el espacio, los mares y cualquier lugar por más recóndito que esté en la Tierra; hacemos robots inteligentes; trasplantamos órganos humanos para extender la vida; clonamos, etc. etc. ¿Cómo es posible que nos “rindamos” frente a la posibilidad de crear un tranvía eléctrico que circule por las calles de San Telmo, en una extensión aproximada de 1.5km y tenga un lugar apropiado para su guardado y mantenimiento (usando algún lote o inmueble, como por ejemplo: Bolívar e Independencia / Chacabuco al 1400).

Abro la inquietud a la comunidad, apelando a los conocimientos técnicos de quienes los tengan, para buscar una manera creativa que haga de esta ilusión una hermosa realidad; ya que, si a principios del siglo XIX lo pudieron llevar a cabo con muchas menos nociones de tecnología, instrumentos de precisión y materiales que los actuales, las imposibilidades quizás se puedan revertir.

                                                                                   Isabel Bláser

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