Un paso hacia adelante

Mensaje editorial número 33

Este número nos invade de cierta nostalgia ya que, muy pronto, la editora de El Sol de San Telmo partirá del barrio por diversas razones. Nos deja a los colaboradores, vecinos e interesados la responsabilidad de este periódico barrial. Responsabilidad que nosotros tomamos con alegría y entusiasmo y a la espera de poder acomodarnos como veníamos haciéndolo hasta ahora.

Es una época de transición y de cambio, pero seguiremos adelante porque somos un equipo que viene trabajando para que salga El Sol cada mes. Es un momento que marca un antes y un después en este recorrido. Pero la situación se acomoda, muta, se transforma y, más que nada, da lugar a cosas nuevas.

Tapa de El Sol número 34

Tapa de El Sol número 34

A El Sol lo escribimos algunos pocos santelmeños, pero hablamos por todo el barrio. Por eso siempre estamos interesados en la opinión de nuestros vecinos. Esta etapa de cambio nos ha motivado a preguntarle a algunos de nuestros lectores qué les gusta de El Sol de San Telmo y qué les gustaría encontrar en él. Las respuestas han sido diversas pero muchas coinciden en que el gran valor del contenido de las notas, es justamente que se interesan por el barrio, informan sobre él y sus problemas y buscan la participación de los vecinos.

El adiós a Catherine Mariko Black es un saludo emotivo para nuestra queridísima editora, la misma que nos convoca mes a mes y tiene un don especial para reunirnos, tanto a colaboradores como a vecinos y que es un personaje reconocido en el barrio, cuya energía comparte a través de su sonrisa. Es un adiós pero también un “hasta luego”, porque aquí todos la estaremos esperando. Ella deja también su mensaje al barrio, desde su mirada sensible y abierta. Nos cuenta qué es lo que vio en San Telmo, barrio al que llegó por azar, y lo que la atrajo de la vida santelmeña. Es un agradecimiento a los que viven y/o trabajan y/o aman nuestro barrio.

En este camino de ida y vuelta entre lo que traemos del pasado, lo que queda y lo que vendrá podemos encontrar que una forma de unir lo antiguo con nuestro presente es mostrando las costumbres lejanas en el tiempo a través de las estanterías de un museo religioso, el de la Parroquia de San Pedro González Telmo. Recién a fines del siglo XX se creó este museo sobre las bases de una parroquia de 1734. Buena parte de estos objetos expuestos, debieron esperar casi dos siglos para ser reconocidos como reliquias. Son piezas que cuentan la historia de una iglesia, de un barrio y de su gente. Una historia que comienza antes de la época de la colonia, que “importa” costumbres de la antigua Europa, que sufre junto con el barrio la pérdida de sus habitantes durante las epidemias de cólera y fiebre amarilla, que se salva de los incendios provocados durante la crisis política de los años 50 y que, actualmente, representa un símbolo significativo del barrio.

Saber que las buenas costumbres pueden ser siempre recordadas, a pesar de los cambios, nos da cierto alivio. Sin embargo a veces esos cambios traen abatimiento, como es el caso del Normal 3, que hoy ha descuidado la grandeza de sus primeros momentos. La educación allí impartida ha sido ejemplo educativo por decenas de años. Sus nobles inicios procuraban un mejor futuro para las niñas pobres. Varias generaciones de santelmeñas concurrieron a sus aulas hasta que en los ´90 se hizo mixto. Más tarde en esa misma década el colegio perdería el brillo que tenía en su origen y se “mimetizaría con la sociedad actual”.

Nos interesa también hacer un seguimiento de temas que suceden en el barrio en el aquí y ahora de una zona que es siempre dinámica, como la ocupación del Ex Padelai, el aniversario de San Telmo, la quita de toldos de locales gastronómicos en la calle Chile y el festejo del Día de los Bomberos Voluntarios.

Finalmente, queremos desde El Sol -de alguna manera- apoyar las iniciativas de la gente que habita el barrio, como la intención de crear un teatro comunitario -del que, a diferencia de otros barrios, San Telmo carecía- donde los vecinos puedan expresarse y en cierta forma apropiarse de los espacios del barrio. Es una intención hacia el futuro, que comienza con ganas de crecer y que hoy puede tener un paralelo con este nuevo ciclo que emprenderá El Sol. Por eso, a nuestros lectores, amigos, colaboradores y auspiciantes los invitamos a acompañarnos en esta nueva etapa. Ya que, en San Telmo, El Sol seguirá saliendo.

 

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