Una pequeña historia 

Mi nombre es José Muggia, pero me dicen Tito y mi intención es contar una pequeña historia de algo que ocurrió en este barrio.

Nací en Capital Federal, como se llamaba entonces la hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Recién nacido me llevaron a Temperley. Allí crecí, estudié y formé una familia.

Muchas veces venía a Buenos Aires por trámites o paseo, pero no a San Telmo. Mi primer contacto con este barrio fue por el año 1966 cuando mis suegros se mudaron de Lomas de Zamora, donde vivían, a un moderno departamento de la calle Bolívar entre Brasil y Garay. Esta todavía era angosta y en una de las esquinas, al lado de la Comisaría 14, en un antiguo local sin ochava, funcionaba una forrajería.

En esa época conocí al antiguo mercado donde no había antigüedades ni compra-ventas y al lado de la entrada de Defensa funcionaba una rotisería. Yo seguía viviendo en el sur, en Banfield y mis visitas al barrio eran al departamento de mis suegros.

A fines de los 80´, un amigo de la infancia alquiló -con un socio- una antigua casa muy grande en Carlos Calvo entre Tacuarí y Piedras instalando allí una imprenta, un taller de reparación de mimeógrafos y venta de tinta, papel y stencils. Ahí comencé a conocer más el barrio. Visitando a mis amigos.

Casi enfrente de esta casa había una antigua mansión del siglo XIX, con un inmenso portón central de madera, muy trabajado y a cada lado de este, dos altos ventanales protegidos con rejas artísticas. Se comentaba que había pertenecido a una familia importante de la política, aunque nadie me supo dar nombres.

En el año 92, la casa fue alquilada temporalmente por la empresa cinematográfica de María Luisa Bemberg para filmar su película “De eso no se habla” con Luisina Brando, Alejandra Podestá (que tuvo una muerte trágica pocos años después) y el famoso actor italiano Marcello Mastroianni, quien estuvo allí hasta que se completó el rodaje. En el tiempo que pasó en ese lugar, el actor se dio sencillamente con la gente del barrio. Lo caminó recorriendo las calles, el mercado y la plaza y varias veces almorzó o cenó en locales de la zona. La película se estrenó el 20 de mayo de 1993.

Después de eso, la mansión quedó cerrada. Al tiempo fue intrusada y vandalizada. Sufrió un incendio y, finalmente, se demolió para hacer una playa de estacionamiento. Sobre la medianera Este edificaron oficinas de dos plantas con un balcón sobre la cara Oeste. La reja artística que protege ese balcón es la reja de uno de los antiguos ventanales que daban a la calle, aunque ahora está colocada en horizontal. Después, se techó la playa con un gran tinglado y allí funciona un supermercado chino. Esa reja es lo único que quedó de la vieja mansión.

Texto: José Muggia/ Foto: Hugo Del Pozo

 

 

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