Una santelmeña que “la pelea” en Paraguay
“Sí fuera por mí, me llevaría a los chicos arriba del ring para que miren todos el show de cerca”, comenta -entre risas- Carla Di Cicca. La simple frase que vociferó, devela el interés por la lucha y su afecto cariñoso para con los más bajitos.
Carla convive con ambas pasiones. Es una vecina de San Telmo que practica lucha libre y es hija de Jorge Di Cicca, el famoso Caballero Rojo del recordado “Titanes en el ring”. Por herencia familiar, ella trasfiere sus habilidades al Paraguay en un show llamado “Lucha Sin Límite Paraguay”.
Di Cicca entrena su físico todos los días en la ciudad de Asunción junto a su novio, Javier Ibarrola, quien es El Rey Dragón y protagonista principal del evento.
Cuando Carla se calza su musculosa negra con franjas rojas en los costados y exhibe su pelo oscuro -teñido de colorado en las puntas-, da entender que La Reina Dragón se aproxima al ring y así el público identifica su personaje. Pero desfila a la par de El Rey Dragón, musculoso y tatuado que tiene una cresta de pelo en la cabeza y lentes de contacto blancos.
“Entramos al show y vienen todos los chicos a saludarnos. No te dejan llegar al ring. Eso lo apreciamos mucho y participamos con ellos”, afirma Di Cicca. “Lucha Sin Límite Paraguay” tiene varios años de vida. La temática de las peleas se basa en un monólogo previo, que produzca un entretenimiento familiar, de carácter similar a lo que fue en su momento el mencionado Titanes en el Ring o 100% Lucha.
La elección de un personaje favorito (héroe y malvado) es la “pólvora” que sumerge al público en el mundo de la fantasía. “Todo se planifica antes. En la lucha no son movimientos falsos, como dicen. Se pegan de verdad y quedan marcas. Siempre hay pequeños errores y tenés que ser un poco actor para que pasen desapercibidos, porque es un show. Del error se sale”; aclara Carla con relación a la actuación.
Pero Di Cicca recién se inicia en este show. Participó de un evento y se fue a vivir a Paraguay durante un mes y medio. Ahora regresó a Argentina para reencontrarse con su hijo, Santiago y recargar las energías necesarias en búsqueda de una nueva aventura en Asunción.
La vida del Rey y Reina Dragón atraviesa desde el show hasta lo afectivo, porque sus protagonistas tienen pactado casarse el año que viene e irse a vivir juntos. “Mi sueño es siempre estar al lado de El Rey Dragón, en lo que respecta a la lucha y a la vida. Que nos acompañemos mutuamente”, recalca Di Cicca.
Sus ilusiones no terminan ahí. También desean contribuir con la sociedad y crear una fundación para chicos carenciados: “Por ahora no tenemos los recursos para llevarlo a cabo, pero la idea es que en algún momento se pueda concretar. No lo haríamos para figurar sino de corazón, porque nos gusta ayudar y compartir todo con los chicos”, dice Carla. Ese gesto de solidaridad los movilizó, a principios de julio de este año, cuando Asunción sufrió una inundación a raíz de la crecida del río Paraguay que afectó a casi 60.000 personas. “Un grupo de ´Lucha Sin Límite´ decidimos ir al Comando de Infantería (R.I.14) donde estaban los damnificados. Fuimos todos los domingos y jugábamos con los chicos a la pelota. La felicidad y el amor que te daban era impresionante”, señala.
Carla y Javier diseñan su futuro cercano en el ring. Su desafío próximo los situará en Paraguay, a partir de febrero de 2015, porque un productor canadiense llamado Joel Chaco los escogió a ellos, a Derlis Gamarra (más conocido como “Escorpión Negro” en el show) y otros luchadores extranjeros para protagonizar un espectáculo denominado “Luchando”, que se televisará en el país.
“La idea no es vivir de la lucha libre. Es un placer darles espectáculo a los chicos. Nosotros no ganamos nada en los shows. Y la verdad que si hay plata o no, no nos interesa”, sentencia.
Martín Magurno.